Al hablar de la espiritualidad dominicana, es decir, de nuestro modo de relacionarnos con Dios y de nuestra forma de vida, se suele hacer referencia a los cuatro pilares que comparte toda la Familia Dominicana:
- la oración,
- la comunidad,
- el estudio
- y la predicación.
Pero también existen otros elementos que son característicos y marcan la vida de los miembros de la Familia dominicana : la mendicancia, la docencia en Sagrada Teología, la itinerancia, el sistema de gobierno democrático y la pluralidad, la educación, la oración contemplativa... así como ciertos valores que son fundamentales: la búsqueda de la Verdad, la misericordia, la justicia y la paz y el respeto de la ecología…
Todos estos elementos, de cierta manera, muestran cómo seguimos a Jesucristo según el estilo que nació con santo Domingo y que fue desarrollado por sus hermanos y hermanas en la Orden de Predicadores.