Cada mañana, como ya es costumbre en nuestra comunidad educativa, hacemos la oración de inicio de jornada en este contexto de adviento. Así entonces, cada día se ha ido ubicando una palabra que nos ayuda a la reflexión y a la preparación inmediata de nuestro espíritu y corazón para acoger de mejor manera al Hijo de Dios que llega como nuestro Salvador.